Por: Vadik Barrón El poeta brasilero Nicolás Behr llegó a la Latinale 2013 luego de participar de la Feria del Libro de Frankfurt, donde Brasil fue el país invitado de honor. En esta charla con Ciberandes comparte sobre su relación con las ciudades, su poesía y el estado de la poesía brasileña actual.
Ciberandes: ¿Conocía a los poetas que participan en Latinale?
Nicolás Behr. No, no, nosotros conocemos poco de la literatura latinoamericana. Los brasileros estamos un poco de espaldas a América Latina, pero eso poco a poco va cambiando. Nosotros conocemos los clásicos: Vallejo, Juan Gelman, Neruda, el intercambio de poesía todavía es muy pequeño, yo creo que es por una causa histórica, Brasil fue colonizado por los portugueses y toda la población se situó en la costa, entonces nuestra relación con África y Europa es mucho mayor que nuestra relación con América Latina. Pero eso está cambiando lentamente.
Ciberandes: ¿Qué tendencias podría reconocer en la poesía actual brasilera?
N.B. La poesía brasilera explosionó últimamente, eso es muy bueno. Yo creo que el internet desordenó aún más la cosa, porque nosotros somos clasificadores, queremos saber qué está pasando. Ahora la poesía brasilera es de una diversidad enorme, de aquí a 20, 30 o 50 años, la gente va a poder definir esta generación, no sé con qué nombre, pero es un momento en que la poesía es muy rica, muy diversa, hay muchas tendencias. En la poesía brasilera vemos una cosa muy interesante que es un avance muy grande y después no digamos un retroceso, pero sí una consolidación de ese avance y es siempre así: una generación hace una ruptura, por ejemplo, con la Poesía Marginal de la que Chacal (N.R. Ricardo Carvalho Duarte) es el mayor representante, hay una ruptura del lenguaje, de todo, y después se ve una generación que ya contesta a eso, entonces la literatura avanza así, con rupturas y solidificación de las conquistas. Un movimiento de vaivén, y creo que también hay que aprovechar esos avances. Yo acompaño la poesía brasilera y hay mucha gente buena y nueva trabajando, hay una explosión de la poesía coloquial, y después hay una poesía más introspectiva, pero creo que la coloquialidad, la informalidad está bien presente.
Ciberandes: ¿Los eventos literarios, la poesía, son sólo para poetas?, ¿considera que la poesía tiene una audiencia limitada?
N.B. Eso es porque la poesía es considerada un género difícil. Muchos poetas se quedan procurando la complejidad, pero la simplicidad es mucho más difícil. Nosotros tenemos allá en Brasil, a grandes autores como Mario Quintana que hace una poesía muy simple. Él es muy bueno y es una poesía muy puntual y al mismo tiempo muy zen, muy filosófica, pero todo el mundo la entiende. La poesía tiene un estigma, el problema es el siguiente: tú no puedes simplificar demasiado porque ahí ya deja de ser poesía, ¿dónde queda la poesía?, uno puede decir cualquier cosa pero la poesía precisa de intención, de un lenguaje, no es solo sentimiento. A veces, en cursos y talleres de poesía, la gente llega con mucho sentimiento, ahí yo digo: “tú ya tienes demasiado sentimiento, no es que tengas que olvidar la emoción, pero vamos a trabajar el lenguaje, la creatividad”. Pero es un buen momento en Brasil, hay muchas ferias literarias, los poetas están siempre allí, claro, menos que los prosistas, porque el peso económico de la poesía en el mercado editorial brasilero es muy pequeño. Cada diez novelas se publica un libro de poesía. Aquí, Timo Berger es mi traductor del portugués al alemán, pero traducir un libro de poesía es muy difícil, todos me preguntan si tengo novelas, “¿tú no tienes ficción o prosa?”, pero yo no escribo prosa, no sé escribir prosa, cuando intento me sale muy mal y la dejo de lado.
Ciberandes: En su poesía hay una fuerte relación con la ciudad de Brasilia… ¿en qué proyectos y temas trabaja actualmente?
N.B. Brasilia es un tema importante, tanto así que se volvió un sello: “el poeta de Brasilia”, “el que habla de Brasilia”, pero a mí me gusta mucho escribir sobre temas de la infancia, y tengo un libro de poesía erótica, que va a ser traducido al alemán y va a salir el año que viene, espero. Brasilia es siempre una obsesión mía, un tema inagotable. Es una ciudad muy nueva, no se escribió mucho sobre ella, y el racionalismo de Brasilia lleva irracionalidad. Yo tengo dos libros más sobre Brasilia, tengo otros sobre la infancia. Proyectos tengo bastantes, pero la verdad uno está escribiendo siempre tres o cuatro libros al mismo tiempo, y uno pasa adelante del otro y es un promedio de cinco años para que salga. Yo ahora quiero escribir sobre Berlín, me gusta escribir sobre ciudades, quisiera vivir aquí, comencé a pensar algunas cosas sobre Berlín, una ciudad muy herida, muy golpeada, yo creo que el karma de Berlín es un sufrimiento muy grande. Eso me interesa bastante, es un gran tema ese conflicto. Es un proyecto, claro, “Un Behr en Berlín”, sería un título, pero eso demora no menos de tres años, porque uno escribe, eso queda rumiando dentro de ti y tienes que escribir mucho para llegar a poco, tienes que ser muy original, muy creativo, no es cualquier cosa.
Para conocer más sobre este autor visita: www.nicolasbehr.com.br
Entrevista y traducción por Vadik Barrón.
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