Por: MAXIMILIANO OCHANTE SAUÑE. Nuestro interés en conocer sobre las virtudes de las plantas medicinales, nos incitó nuevamente viajar a la Comunidad Nativa de Infierno que está localizado a 19 km de la ciudad de Puerto Maldonado del departamento de Madre de Dios. Es una población cultural y socialmente heterogenia conformado por nativos Ese’ eja, colonos andinos, ribereños y mestizos. Se dice, que por su ubicación estratégica con relación a la Reserva Nacional Tambopata Candamo que tiene una enorme biodiversidad permite la presencia constante de muchos investigadores, ONG y la Empresa privada Rainforest Expeditions que actúa en alianza con la Comunidad Nativa de Infierno y ofrece a los turistas conocer “nidos de águilas arpías, Nutrias gigantes, colpas de loros y mamíferos”.
Ese día, nuestro guía José Mishaja después de recibirnos amablemente nos traslada de inmediato en su canoa al “Centro Etnocultural Ñape”. En el trayecto pudimos observar su hermoso paisaje, la enorme biodiversidad de flora y fauna que existe en la Comunidad Nativa de Infierno.
Como se sabe, Ñape fue un shaman de la Comunidad Nativa de Infierno, convertido en un Eyamitekua por el espíritu del bosque llamado Edosikiana. Después que muere este shaman en su memoria se tiene el “Centro etnocultural Ñape, que es construido por iniciativa de la Asociación de Medicina Tradicional (AMETRA) en la década del 80, donde se preparaban remedios y se cultivaban plantas con propiedades medicinales. Ahora es un atractivo turístico.
La investigadora María C. Chevarria en su libro “Eshawakuana, Sombras o Espíritus”. Identidad y Armonía en la Tradición Oral Ese’ Eja, nos cuenta sobre las aventuras de Ñape, sus ofensas realizadas al espíritu del bosque que se llama SHA que le dice: “Piaja mi toma”, “¡No vales nada!, que entre los Ese’ ejas es el peor insulto y con ello se estaba ofendiendo a Edosikiana y a toda la naturaleza. Seguidamente, Ñape flecha en el monte a HOA, el Paucar y lo elimina. La ofensa de Ñape es respondido por Sha, el shihuando, con un flechazo el joven queda enfermo. Su madre le lleva a un chamán que a medianoche le saca la flecha del paciente y se recupera. Finalmente Ñape se transforma en eyamitekua un mediador entre él y los hombres, un shaman poderoso, sin embargo no cumple las reglas impuestos por el espíritu del Bosque Edosikiana, las “mujeres malogran a Ñape” y falla como shaman por eso muere y su cadáver fue encontrado en el lago Tres Chimbadas, más arriba de la Comunidad Nativa de Infierno.
En el “Centro etnocultural Ñape” nuestro guía José Mishaja nos dice entusiasmado que en este lugar mucha gente se cura con las plantas medicinales que se les receta, se toma la ayahuasca para que el espíritu del enfermo se purifique, su hermano que tiene más experiencia es la que se encarga de esa ritualidad.
Nos dice que hay plantas que sirven para curar el mal de personas enfermas, pero también hay plantas que lo utilizan para hacer la maldad. Nos muestra en el trayecto las propiedades curativas de la planta llamado BARBASCO que se le conoce también con el nombre de “cube”. Sus raíces sirven para pescar y para curar a las personas que sufren de “daños”, uno se baña y el brujo puede morir envenado por esta planta. SACHAPONA, palmera que tiene florescencia en forma de pene. Los nativos en noche de luna agarran la florescencia que se parece al pene, se frotan la parte íntima para que el tamaño sea grande y luego lo votan para atrás. CHARERO, saca la “saladera”, cambia la suerte.
En el trayecto nuestro guía, nos sigue explicando sobre la propiedad de las plantas medicinales como: PATIQUINA, que sirve para curar la uta. Pero, también nos dice cura la maldad, deben bañarse seis veces. Asimismo haciendo hervir la patiquina negra, camalonga, resina de copal, se puede limpiar la casa de la envidia de la gente y trae la buena suerte. La pona, “planta que camina” con dirección al sol.
Seguimos internándonos en el bosque y conociendo la propiedad de las diferentes plantas medicinales. Nos dice, que la COYA COYA tiene como raíz una papa, es usada para salir victorioso en los juicios. El secreto según nuestro guía es “frotarse la mano con esta raíz y saludarle con esta mano al juez y se gana el juicio”. Su “papa” siempre debe llevarse en el bolsillo. El SACHA BUFEO, una planta afrodisiaca, se prepara perfumes, cuando el shaman lo “trabaja” y lo icara con la ayahuasca sirve para atraer el amor y el dinero. También se usa para cazar animales, pues antes de entrar al monte debe frotarse el cuerpo con sus hojas, de esta manera atrae a los animales. El AJOS QUIRO, planta que sirve para curar la maldad. Se estruja sus hojas en agua y se limpia la casa unas seis veces.
Así, de esta manera nos sigue explicando paso a paso la propiedad de cada una de las plantas que sirven para hacer daños y plantas que sólo sirven para curar males “naturales” como: JERGON SACHA, que cura ulceras gastrointestinales, mordedura de serpientes. Su raíz- nos dice- es como la papa y cura el Sida. Su papa debe ser rallada y extraer su almidón, sale como leche y se mescla con uña de gato, luego se toma. La BUTA AMARILLA, cura el hígado, se debe hacer hervir la corteza y tomar tres veces al día. La SHAPUMBILLA, cura toda clase de heridas, es un buen desinflamante, se baña a los niños que tienen heridas en la cabeza, es como jabón espumoso, cuando las hojas son frotadas y estrujadas. El PARA PARA, planta afrodisiaca. Su denominación se debe a que su raíz es recta, cura el paludismo. El UBO, es una planta cicatrizante de heridas internas, cura enfermedades de la mujer como la infección urinaria, vaginal, ovarios. Sacar la corteza, hervirlo, hacer el lavado vaginal. El UNGUARAHUI, el fruto de esta planta es muy aceitoso, cura la tuberculosis y su fruto aun verde cura la gonorrea. El HUAYUS, es usado especialmente para personas perezosas, se estruja en agua sus hojas y luego se tiene que bañar.
En fin, en la amazonia peruana y Madre de Dios considerado como la “capital de la biodiversidad” existen numerosas plantas medicinales que ahora concita interés en muchos investigadores y profesionales del mundo. Un laboratorio natural donde en alguna medida pervive la tradicionalidad oral, la cosmovisión de considerar que las plantas tienen espíritu, que el monte es un ser vivo, igual que los seres humanos ellos también sufren, cantan, bailan, lloran y comen. Acorde a esta Cosmovisión, nada en el mundo existe como un ser único, tiene su par, su opuesto. Es el enfoque del pensamiento paritario, de que no solamente el ser humano está “sexuado”, sino también los fenómenos cósmicos y meteorológicos, es la complementariedad de lo femenino y masculino.
Así, en la cosmovisión andino-amazónica, las entidades que habitan estos espacios tienen cualidades de personas, todos están “sexuados”, las plantas tienen madre, tienen esposas como el chullanchaqui, cada árbol tiene su familia. Por eso, hay lluvia hembra y macho; piedras, cerros, plantas, fenómenos cósmicos de igual manera. Incluso, según nuestro guía José Mishaja, muchas plantas que curan actúan siempre con su “parcito”; el Wicongo y el Wasai como plantas maestras, trabajan juntos, es su “par”, cuando uno los separa no es efectiva la curación, se tiene que mesclar ambos. La Ayahuasca actúa con su “parcito” la chacruna que es hembra. Existe la caña caña morado y caña caña blanco, el Oje, ruda, soleman, la Mukura, todas estas plantas del “monte” están “sexuados”; nadie escapa a esta paridad sexual.
Asimismo nos dice, que para entrar al monte se le tiene que pedir permiso, sino te puede “cutipar”. El monte-nos dice- es gente, tiene saber, nos cura, pero también puede hacernos daño si lo lastimamos. Los migrantes de la sierra, vienen aprendiendo esta cosmovisión amazónica, del “mal del monte” de no ser “cutipados” cuando estén extrayendo madera del bosque.
Al respecto Hermogenes Qoyure Pinares, cuenta de la manera siguiente:
“Mi tío que es curandero, nos curó del “mal del monte”, nos sometió a la prueba, por el mal estado de mi hermano, por culpa del monte. Así fue nos llevó monte adentro y llegamos a una bajío, primero nos hizo pasar rampando por debajo de una cashapona, luego nos hizo bucear en la quebrada tres veces, suficiente con eso, fue santo remedio desde esa fecha no sufrimos el “mal del monte”.
Como es de ver, en el monte existen plantas/gente que si lo lastimas te generan daño, te “cutipan” y puedes morir, pero si no lo lastimas ellos te protegen, te curan y no te hacen daño.
Entonces, el monte cuando le tienes reverencia, le pides permiso para extraer madera, le abrazas, te llega a querer, te acepta como a su hijo. Muchas veces esta gratitud y reverencia al “monte” se expresa a través de rituales como el “despacho” con tabaco, vino, pisco y con la presencia de un shaman que entra en contacto directo con la santa tierra a través de la Ayahuasca, en reciprocidad el “monte” cuida a los animales domésticos, la caza es abundante, la chacra produce de mejor manera. Esta cosmovisión de hacer “despacho” y “pago a la tierra” indudablemente es distinta a lo que existe en la cosmovisión andina.
Ahora bien, nos dicen que en la cosmovisión amazónica no solamente existen “plantas maestras”, sino que también existen “plantas soldado”, que tienen que enfrentarse contra los espíritus malos y contra los brujos. Es una especie de guerra declarada en esos mundos que solo se puede ver bajo los efectos de la ayahuasca. Los “maleros” se juntan entre tres a cuatro y combaten contra otros curanderos que hacen el bien. En esto, los ICAROS juegan papel importante. Los shamanes invocan a los espíritus de las plantas mediante el “verseo”, los ICAROS que son cantos para diferentes aplicaciones y diferentes curaciones como para sanar al enfermo por “daño”, llamar el espíritu de una persona, devolverle la maldad al enemigo, llamar a las “plantas maestras” o “plantas soldado”, entre otras. Porque según esta cosmovisión de la medicina tradicional, los que curan y los que dañan están en constante guerra, se “guerrean” entre ellos bajo el amparo de los espíritus malos y buenos. El curandero para no perder en este “guerreo” y dominar al espíritu del mal tiene que haber dietado de manera adecuada caso omiso puede perder y ser muerto.
Nuestro informante “Abrahan”, cuenta que bajo los efectos de la ayahuasca se puede ver a las “plantas soldado” como el AYA UMA (cabeza de difunto) tiene espada, camina con su chicote y sus botas negras. Es médico, cura al paciente, pero también los castiga a los espíritus malignos y al mismo brujo malero que muere botando sangre. Para que lo castigue se le tiene que icarar (cantar), versear con la ayahuasca. El PALMICHE, tiene múltiples propiedades medicinales, lo conocen con el nombre de “sambu runa” (hombre negro), nos dice es moreno, soldado torturador, camina con su chicote y a los malos espíritus los agarra a chicotazos. La PATIQUINA, es considerado como el sensor de brujerías o espíritus malos, similar a la ruda o el soleman. Esta planta está considerada como “Planta soldado”, ya que cuando se le versea a través de la Ayahuasca quema a los enemigos. El CHIRISANANGO, camina con su flecha, el AJO SACHA chicotea a los brujos. La planta del ITININGA, es el garrote que se utiliza contra el diablo, solo con esta planta se le puede alejar al diablo del cuerpo de un enfermo por maldad. En fin muchas plantas que tienen virtudes curativas y sancionadores.
Como se sabe, en la cosmovisión amazónica la salud es producto de la relación armónica existente entre la naturaleza, los seres humanos y el mundo espiritual. Cuando se rompe alguno de estos tres nexos el cuerpo se enferma, afectando tanto a los individuos como a la familia entera. En ese sentido la enfermedad y la salud se define no sólo en su sentido individual sino fundamentalmente social, es holístico. Cuando se rompe esta relación armónica, será necesario restaurar el cuerpo enfermo para lo que se tiene que buscar el favor de las “plantas maestras”. Solo los shamanes son los encargados de restaurar este mal del cuerpo ingresando a un estado de trance inducido por plantas alucinógenas como la ayahuasca. Esta “planta maestra” por excelencia, tiene una disparidad de términos entre los pueblos de la amazonia. En el lenguaje Ese eja se le conoce como “jono pase” o “soga de la muerte”. Lo que traducido al idioma quechua, soga=huasca y muerte=aya, dio como resultado el nombre con que tradicionalmente se le conoce: “ayahuasca”.
La ayahuasca en la Comunidad Nativa de Infierno se viene comercializando con motivo de la afluencia del Turismo. Muchos “gringos” se interesan por “curiosidad” en tomar esta planta y otros para adquirir conocimiento, de la misma manera estudiantes jóvenes que quieren saber sobre la Ayahuasca.
Al respecto tenemos la estremecedora experiencia del estudiante de ecoturismo de la Universidad Nacional Amazónica de Madre de Dios Abimael, que nos cuenta de la manera siguiente:
“Todo esto comenzó un día martes trece de junio, cuando estaba en las inmediaciones de la ciudad universitaria de la UNAMAD, estaba yo conversando con dos amigos Kori, Juanca y yo ( Abi), sobre lo que pasaba, sobre cosas que no estaba, por que tantos problemas con los profesores y en eso de tanta plática Kori menciona sobre el ayahuasca diciéndonos que él va a tomar esta noche y el amablemente nos invita a entrar a este ritual, Kori nos animaba diciéndonos que este trago de la ayahuasca es bueno, te cura de alguna enfermedad y te ayuda a prevenir hechos malos sobre tu futuro y que podrías mirar a la chica que está enamorada de nosotros y aparte de eso podrías ver tu futuro y de tanto que nos habló nos convenció, pero yo estaba en duda y con un poco de temor y Juanca se animó, no estaba en duda y que él quería experimentar, entonces convencido nosotros tomamos la ruta, hacia el lugar de encuentro del ritual de la ayahuasca, y en eso yo en medio camino le dije a Kori, que yo ya no quiero tomar porque me da miedo y él me dijo, ya pues es tu decisión, entonces emprendí camino hacia otro lugar, hacia el Internet de la UNAMAD y encuentro a uno de mis amigos, al de confianza, entonces yo le digo a él, hoy Ismi, Kori con Juanca van a tomar ayahuasca y él me dijo, que en serio, dónde, en un lugar cerca de aquí, oye vamos, pucha, como no me han dicho, es bonito, te sientes en un paraíso, pucha, es alucinante, entonces, el me anima y nos fuimos, en busca de Kori y Juanca y les encontramos y ellos nos dijeron, oye Abi, te animaste y Kori le pregunta a Ismi y tú a que viniste, y él le responde, no es que Abi me dijo que van a tomar ayahuasca y yo también quisiera tomar con ustedes y Kori le dice, ya pues, entonces espéreme un ratito, vamos a comprar tabaco, ya te esperamos y dentro de un rato ellos llegaron con el tabaco y Kori nos dijo, oye vamos a esperar al chaman un ratito, entonces lo esperamos al chaman y en eso de unos cuantos minutos llega y Kori le hablaba al chaman, acá hay amigos que quieren tomar con nosotros ayahuasca, ya pues, dijo el chamán, también le dijo a Kori llámalos y preséntamelo Kori nos llevó, nos presentó, pero el chamán no nos dijo su nombre, nos hizo pasar al lugar donde vamos a tomar el brebaje, entramos y el chamán nos comenzó a explicarnos un poco sobre el ayahuasca, para que se usa y también sobre los efectos al tomar el brebaje y después de explicarnos nos dijo fumen un poco de cigarro y vayan concentrándose y no tengan miedo y el chamán comenzó a alistarse preparando todos sus materiales, comenzaba a preparar su pipa, con tabaco, limpiaba la tasita y comenzaba a concentrarse y después de unos minutos nos dijo están listos y nosotros respondimos sí, pero con un poco de temor, tranquilícense y no sientan miedo, porque les estaré cuidando, bueno el chamán se concentraba y nos preguntaba nuestros nombres, a cada uno, de allí comenzó con el ritual, el chamán agarró la botella donde estaba el brebaje y comenzó a rezarle despacio soplándole tabaco, el agarró una botellita y creo que era agua florida, tomó un poco él y nos dio un poco a cada uno en nuestras mano para frotarnos por todo el cuerpo, no se para que sirve, pero nos dio y después nos dio a cada uno el brebaje, pero antes de tomar teníamos que persignarnos tres veces y de allí, tomar el brebaje y después de tomar nos dijo el chamán, ahora concéntrense y no hagan bulla, nosotros obedecimos y el chamán nos dijo que el efecto aparecerá dentro de una hora a más esperamos una hora y el efecto comenzó a darme, primero me sentía un poquito mareadito y en eso me vino una oscuridad al ojo, como si es que tu ojo fuera un reflector algo así, de allí comenzaba a ver figuras, pero al ver el chamán que el efecto de la ayahuasca no estaba resultándonos, nos dio otra tasita y el chamán nos aseguró que con esta tasita se van a marear, bueno yo me empecé a marearme y en uno de esos me dio una mareación fuerte y me dio ganas de vomitar, salí corriendo hacia atrás y vomite, de allí sentía que la tierra me estaba tragando o como si me estuviera cayendo a un abismo y comencé a ver medio borroso, como cuando no hay señal en el televisor y de allí miraba esa borrosidad, pero en colores comencé a cerrar mis ojos y vi un arbolito que crecía y de allí una boa, que cruzaba y figuras, líneas de lo que hacían los indígenas en su cerámica, en su cuerpo, sus trajes y de allí abrí mis ojos y miré hacia abajo y sentía que una nariz grande se me acercaba al rostro a una velocidad tremenda y yo me asuste y de allí cerré los ojos otra vuelta y comencé a ver cosas y de allí me dio ganas de vomitar otra vuelta y de allí comencé cada rato a vomitar hasta que me dejara echado en el suelo, comenzaba a eructar y votar gases y en eso que ya no podía soportar más comencé a decirle a Kori y al chaman que yo no quiero, ya quiero salir de esto, tengo mucho miedo y Kori me dijo de que tienes miedo y yo le respondía de la soledad y todos mis miedos se me venían a mi cabeza, la falta de mi familia me hacía sentir muy mal y después de ver todo eso y de ya no poder vomitar, me tire al suelo y comencé hacer figuras de animales, comencé a ver lo que yo quería, lo que me complacía y cada vez que el chamán soplaba su pipa comenzaba a darme vuelta la cabeza y comenzaba a ver cosas como quienes son tus verdaderos amigos, quienes te hacen mucho daño y otras cosas me quede impresionado, lo que miraba, después comenzaba a escuchar sonidos extraños en la oreja, escuchaba cosas del futuro y me sentía un adivinador, adivinaba cualquier cosa y de allí comencé a hablar fuerte, todo lo que pensaba y no podía decir mentiras, me ha recordado de mis amistades antiguas, ni que yo me recordaba de ellos y sentía que alguien me controlaba el cuerpo y de allí se me estaba pasando el efecto, comenzaba temblarme el cuerpo y de allí sentía que alguien me agarraba la cabeza, creo que el chamán me soplaba la cabeza, botaba humo de tabaco en mi cabeza, después le aspiraba y de allí lo botaba fuerte hacia arriba, de allí sentí que la mareaciòn se me iba y sentía mi sentido del oído como una receptora a una distancia tremenda y así se me pasó y de allí tenía un poco de temor de dormir, por que miraba hombres pequeñitos, hasta que me quedé seco, no pude comer un día porque esta uno a dieta creo y desde ese día comenzó a irme bien, nunca creía en esto hasta que llegó el día cuando tome, si ustedes supieran lo que he visto, se sorprenderían cuando tomé la ayahuasca, se sentía que dos mundos extraños estaban peleando por llevarme, pero me sentía protegido por algo que me rodeaba y cuando cantaba el chamán y hacia su silbido me hacía sentir un ambiente de tranquilidad, que hasta el día de hoy me hace recordar de esos ratos y así fue mi primera experiencia con la ayahuasca y comencé a decir que la ayahuasca no es un mito, sé que existe”. (Trabajo presentado por el alumno Abimael Del Águila Castilla de ecoturismo en el curso de Folklore Regional y Nacional).
Se conjuga esta cosmovisión amazónica con la presencia de muchos turistas interesados no solamente de la Ayahuasca, las plantas afrodisiacas como el “para-para” el “bufeo sacha”, sino también de los animales. El guía de nombre “Willian”, les dice a los turistas que “se debe tener mucho cuidado con los lobos del río, por cuanto de que la bulla los estresa fácilmente. Si tienen crías mueren ya que la leche de la madre se seca. Explica que el Tuki tuki que habita preferentemente en las riberas de las lagunas es un animal poliandra, tiene varios machos, el Mono aullador es polígamo tiene varias hembras. El PAUJIL vive cerca de los ríos. Según los nativos, donde hay paujil el monte no está todavía depredado y donde hay paujil hay oro. El URKUTUTU, es un ave nocturna, tiene ojos grandes. Su canto anuncia que una mujer está en estado igual que el búho es objeto de superstición.
Esta es la “magia” de la amazonia, que fascina a los estudiosos de la etnobotánica, la etnofarmacologia. Es la naturaleza que vive, nos cuida y nosotros también debemos cuidarlo. Es la “buena crianza”, de una cosmovisión y sabiduría popular, que todavía no ha sido entendida por muchos técnicos y profesionales de las grandes transnacionales que deprendan la naturaleza y otros realizan la “biopiratería” para sus fines comerciales. Nosotros seguimos aprendiendo la cosmovisión de estos maestros de la medicina tradicional, como José Mishaja que con paciencia y voluntad nos sigue enseñando sobre el espíritu de las “plantas maestras”, invitándonos en la próxima visita tomar la ayahuasca para poder evidenciar todo lo que se ha hablado de la naturaleza y de sus espíritus protectores del bosque.
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