El 2015 económico para Sudamérica

Por: Javier Mardones

No se vienen años muy auspicios para los países sudamericanos. Tras diez años de gozar de un fuerte crecimiento – producto del aumentó en la demanda de materias primas por parte de China -, en los últimos meses todos los países de la región han debido corregir sus expectativas de crecimiento a la baja.

Los países exportadores de petróleo son los más afectados. La baja en el precio de crudo es hoy por hoy el fenómeno más importante en el mundo entero y amenaza con hacer caer al gobierno de Nicolás Maduro, ya debilitado por una seria crisis económica. En el mes de enero fuimos testigos del desfile de gobernantes latinoamericanos que fueron a China a pedir préstamos. Venezuela lleva 13 desde el 2005, mientras que Ecuador – otro exportador de petróleo – lleva diez. Se rumorea que China cortará las ayudas ante la inutilidad de éstas, especialmente en el caso de Venezuela, dado que la situación económica en el país del lejano oriente tampoco se ve muy auspiciosa (no auspiciosa en China significa crecer a menos del 7%, en América latina, significa crecer a menos 3%).

No obstante, todos los países temen una caída en la demanda china. Este sería, sin duda, el peor escenario posible. Países como Brasil, Perú, Colombia, Chile y Argentina han visto crecer desmesuradamente la importancia de China como socio comercial. Para decirlo de forma muy clara, las economías de estos países dependen del gigante asiático.
América latina puede ser dividida en la del sur y la del norte, la populista y la libremercadista, la del pacífico y la del atlántico, pero hay algo en lo que sigue estando muy unida: la incapacidad de todos sus países de diversificar su matriz productiva.

Hoy, tras dos años del inicio de la baja en los precios de materias primas y combustibles, nos encontramos con una Venezuela al borde del abismo, una Argentina decreciendo e inmersa en una peor situación política, un Chile estancado y un Brasil obligado a poner orden en sus cuentas fiscales tras años de aumentar el gasto público sin demasiada mesura.

Nota al margen para los países andinos. Si bien no se viven tiempos de fuerte expansión, Perú y Colombia son los únicos países que exhiben cifras por sobre el 3%, mientras que Bolivia – el país más pobre del continente – es el que más crece, siendo la grata sorpresa de la región.

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